“El fetichismo no es una moda. Es una forma de mirar el deseo con lupa.”
A lo largo de España, miles de personas viven sus fetiches en silencio, sin saber que otros sienten lo mismo.
Lo que para uno es tabú, para otro es rutina.
Lo que uno esconde, otro lo celebra con orgullo, cuerdas, tacones o sumisión.
Hoy no vamos a glorificar ni juzgar. Vamos a nombrar lo que existe — y explicar cómo se vive sin caer en el ridículo ni en el abuso.
🧦 1. Fetiche de pies – el clásico que ya no sorprende
En Barcelona, Madrid, Valencia y casi cualquier chat privado de fetiches, el foot fetish es de los más comunes.
- Chupar pies, masajear, oler
- Ver cómo caminan, pisan o dominan
- Pedicura, medias, tacones, suela sucia
¿Lo importante? Que sea consensuado, no invasivo, y comunicado con madurez.
👉 Un fetichista de pies no es un “pervertido”. Es alguien que enfoca su excitación en una parte concreta… y muy común del cuerpo.
🖤 2. Cuero, látex y materiales – el fetiche táctil y visual
- El sonido del látex
- El olor del cuero
- La sensación de algo ajustado que transforma al cuerpo
Este fetiche mezcla estética, identidad y control. Se ve mucho en fiestas fetichistas, clubs privados y sesiones fotográficas.
Precauciones:
✅ No todo el mundo tolera el látex (puede generar alergias)
✅ El fetiche no da permiso para tocar a quien viste cuero — siempre se pregunta
✅ Muchas personas visten fetiche por estética, no necesariamente para juegos sexuales
🎭 3. Juegos de rol – fantasías estructuradas
No todo el mundo quiere una cita “normal”. Algunas personas necesitan estructura simbólica:
- Alumna / Profesor
- Criado / Ama
- Policía / Prisionero
- Invitado / Anfitriona dominante
Los roles permiten liberarse del yo cotidiano, pero requieren madurez.
✅ Se establecen los límites antes
✅ Se sale del personaje si alguien se siente mal
✅ No se improvisa sin cuidado
🗣️ 4. Humillación erótica – una línea fina pero poderosa
Uno de los fetiches más complejos. No todos lo entienden, y no todos deberían practicarlo.
- “Eres mi objeto”
- “No sirves para nada”
- Ser ignorado, despreciado, reeducado
👉 Puede ser increíblemente excitante para quien lo consiente con consciencia.
Pero mal hecho, puede generar daño emocional real.
Por eso se practica solo con:
✔️ Alta confianza
✔️ Vínculo emocional fuerte
✔️ Descompresión posterior (aftercare)
✔️ Palabra de seguridad clara
🧭 5. Cómo vivir el fetichismo sin perder el rumbo
El deseo puede ser intenso. Pero eso no significa que todo sea válido en todo momento.
✅ Siempre se comunica antes
✅ No se presiona para “probar” algo
✅ Se acepta que algunas personas no comparten el fetiche — y eso está bien
✅ Se diferencia entre lo excitante y lo dañino
💬 6. Cómo contarlo sin miedo (y con inteligencia)
❌ No empieces con: “Tengo algo raro que me da vergüenza”
✅ Mejor: “Hay algo que forma parte de mi sexualidad y me gustaría compartir contigo si te sientes abierta a ello.”
Hablar de fetiches requiere seguridad y escucha.
Y si la otra persona no lo entiende… no es rechazo a ti, es desconocimiento.
🎯 Conclusión
Fetiches hay miles. Vergüenza debería haber solo una: la de no poder hablar de ellos.
En España, cada vez más personas viven su fetichismo con libertad, acuerdos y cabeza.
No necesitas pertenecer a una comunidad para validarte. Pero sí necesitas ser honesto contigo mismo.
➡️ Lo que te excita no te define por completo.
Pero sí merece un espacio real en tu vida — si tú decides dárselo.